27/3/12

V Trofeo MTB Villa de Mira 2012

Por fin empezó el V Circuito MTB Diputación Provincial de Cuenca, y esta año la carrera de Mira ha inaugurado la competición. A priori, los participantes nos enfrentaríamos a un duro y técnico circuito de 14 km al que daríamos dos vueltas.
Madrugón por el cambio de hora, que le agradezco a Manolo, Juan y José Antonio se prestaran a sufrir conmigo, además de a hacerme de chofer y a perderse la F1, para un día que gana Alonso. Llegamos a Mira, aparcamos y vamos a recoger el dorsal y el chip, todo muy rápido, no habría hecho falta madrugar tanto. Un café hasta la salida, que queda hora y media, y a prepararse. Primera duda de quinceañera un viernes por la tarde, ¿qué me pongo? Parece que va a hacer bueno, pero la temperatura es baja aún. Tras mucho divagar opto por ir de corto, pero con camiseta térmica bajo el maillot y manguitos, resultó ser un acierto. Por fin estreno la equipación del club, y en carrera.
Me sitúo en la salida, con un poco de follón porque muchos no nos enteramos ni de por donde se sale, y sin darme cuenta estoy dando pedales. Los primeros 2,5 km transcurren por una pista en ligero ascenso en la que algunos van con el cuchillo entre los dientes para ganar posiciones, aunque lo bueno dura poco. Abandonamos la pista por un giro a la derecha y empezamos a subir con el grupo aún muy compacto, por lo que la cosa parece complicada.

Se suceden las rampas con buena pendiente y terreno pedregoso suelto, lo que unido a la aglomeración hacen que casi todos echemos pie a tierra, sea por falta de fuerza, pericia, o porque haya un corredor parado en tu trayectoria. Todos los presentes nos lo tomamos con filosofía, ya que es algo normal en posiciones retrasadas, y con un número tan alto de participantes. Poco a poco vamos subiendo y la pendiente nos va colocando a cada uno en nuestro sitio, hasta el km 5,5 donde hay una avituallamiento, ya hemos coronado Aguasrecias. Traguito de agua y seguimos, pero aún queda la rampa más dura, de unos 500m y que debe superar el 20% de inclinación, que paso sin dejarme ningún pie. Una vez arriba ya hemos coronado, pero tengo que hacer una parada biológica, siempre bebo demasiado (agua mal pensados) antes de la carreras, y luego me toca parar a evacuar.
Ahora toca la Senda de Grederos, un single track que pone a prueba tus dotes de pilotaje. Las piedras fijadas al terreno son constates, y lo estrecho del camino te obliga al saltarlas, o bajar continuos escalones que forman. En definitiva una sendero muy divertido, con sólo un par de pasos con alguna complejidad, que haría las delicias de los allí presentes. Después el camino se abre, pasando a ser algo más ancho y rápido, aunque algunos escalones que obligan a mantenerte concentrado. Han sido 4 km de bajada, que no nos han servido para descansar ya que han puesto a prueba nuestras dotes de pilotaje.
Tras un giro cerrado a la izquierda iniciamos una serie de rampas cortas con fuerte subida, que terminan en un camino descendente y rápido, que nos lleva a la segunda subida de entidad del circuito. Esta vez por una pista, ya sin aglomeraciones, pero con una pendiente considerable y un suelo muy deslizante, que nos obliga a jugar con el peso del cuerpo para evitar perder tracción. Tras un pequeño llano, que el viento de cara hace tan duro como la anterior subida, volvemos a ascender por un camino roto y pedregoso, coronando esta última subida, e iniciando el descenso que cierra el circuito.
La bajada empieza por una senda entre árboles para llegar a un sendero técnico que tiene un importante aliciente, a la izquierda tenemos un barranco muy, pero que muy profundo. No sé si tenía fondo, pero yo no lo vi, y si lo hay estará poblado por criaturas avisales, el chupacabras, o le Duquesa de Alba. Intento concentrarme en la senda para no pensar en la tremenda caída si me salgo por la izquierda (si le das barranco a la cabeza puede que la cabeza te acabe dando barranco), y consigo ir bastante cómodo jaleado por los espectadores (por ahí se oye "suelta freno", y a mi me da la risa). La bajada concluye casi en el pueblo, y en el último paso técnico están los compañeros del club, sólo me faltaba caerme delante de ellos.
Paso por meta y empiezo la segunda vuelta llevándome algo a la boca acompañado por un socio del club de las Pedroñeras, cuya agradable conversación me hará más llevadera la primera y durísima subida. Esta vez sin tráfico la hago del tirón con un grupo de unos seis bikers, que me dejan atrás cuando tengo que rellenar el bidón en el avituallamiento. Hago el resto de la subida en solitario, así como la bajada de la senda de Grederos, donde sólo coincido con un tío que me adelanta como una eshalación con una flamante Scott Genius, ¡qué manera de bajar!. Aquí tengo la primera señal de que no ando muy fresco, en un salto hago un gesto raro al caer y me da un tirón en la pierna derecha, si me sobrecargo bajando es que no voy muy sobrado.
Finalizada la bajada, me tomo la primeras rampas de subida con calma, parece que lo del tirón mejora, y cuando llego al último ascenso de entidad del circuito, divisando a lo lejos el grupo que se me escapó en el avituallamiento, y al que no conseguiré alcanzar por más que me esfuerce. Esta última subida deja más de un cadáver, que caminan no mucho más rápido de lo que yo asciendo pedaleando.
Por fin corono pelín tocado, lo que me hace tomar muchas precauciones en la bajada final. No ando muy sobrado de fuerzas, a lo que se une que todo el público que animaba en la primera vuelta se ha esfumado, y que no coincido con ningún corredor en ese momento. Vamos, que bajo hecho migas, totalmente solo, junto a un barranco sin fondo, da un poco de miedo ¿no?
Aún así sólo me adelanta un corredor, que tampoco me hace mucha compañía porque se me escapa en pocos metros.
Finalizada la bajada llego a meta, donde están mis compañeros del Club Ciclista Cañete, que se sorprenden al verme tan cansado. La verdad es que el martes anterior tuve una enfermedad estomacal que no me dejó comer nada hasta la cena del miércoles, que puede que me hayan dejado un poco tocado, pero la ruta era muy dura para tener tan sólo 34 kms. Los números no engañan, un ascenso acumulado que se aproxima a los 1000 m, y una media de velocidad que no llega a los 12,5 km/h dan idea de lo complicado del recorrido, tanto en el plano técnico como en el físico. Los compañeros de Mira nos han regalado un maravilloso circuito de MTB en su faceta más "hardcore", eso si, para tí@s dur@s.

P.D: Agradezco al club MTB Mira que me haya cedido las fotos que acompañan a esta entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario