12/6/11

RUTA ERMITA (bueno, sólo un trocito)

RUTA DE L´ERMITÀ 1ª ETAPA (Merolla- Erols)

Bueno, lo prometido es deuda y aquí va la crónica sobre la ruta que intenté realizar el pasado fin de semana, y que tuve que abandonar por un problema estomacal que me dejó K.O.

Llegada al refugio de Merolla, presentaciones, y preparativos.

Alrededor de la 19:30 de la tarde del jueves 2 de junio llego al refugio de Merolla, pago mi reserva y descargo mi equipaje y mi bicicleta. El refugio fue definido con acierto como “muy justito”, pero en peores plazas hemos toreado. Al rato llegan algunos de los que van a ser mis compañeros de viaje. Enseguida me doy cuenta de que la compañía va a ser agradable, aunque mete un poco de miedo ir con un grupo que ha hecho varias rutas de estas características, y entre los que hay un “top 100” de la Titan Desert. 
Nos sirven la cena (no coment), y vamos comentando la jornada de mañana, en principio la más dura de la ruta. Matías nos da una lección de cómo se prepara una ruta en casa. Conoce al dedillo todo lo que se puede saber sin haber pisado el terreno.
Después de ajustar las bicis nos vamos a la cama, y empiezo a entender por qué Miguel Ángel hizo tan buen puesto en la Titan, también desgastaba a sus contrincantes por la noche, qué manera de roncar. Tapones para los oídos, y a descansar que mañana nos esperan 65 kms que tendremos que ganar metro a metro.

Primera jornada.

Desayuno todo lo que me entra en el cuerpo, con la que se nos viene encima no es el día de pensar en la línea, último vistazo a la bicicleta, y empezamos a rodar. En realidad lo que se dice rodar, no lo vamos a hacer en todo el día. Los primeros 6 kms discurren por una pista pedregosa en subida, en la que alternamos pedaleo con tramos en los que el terreno y la pendiente nos obligan a caminar. Los metros se ganan con mucho esfuerzo, y la media de velocidad es deprimente.
Por fin coronamos la subida, Hemos ascendido 278m, pero el terreno ha hecho que parezca mucho más.
Ahora rodamos por un sendero divertido y casi llano, que empieza a “picar para abajo” y acaba en un descenso, al principio entretenido y con algún paso técnico, y después rápido. Los pequeños sustos por el barro que encontramos no logran borrarnos la sonrisa.
Tras 4kms de bajada incluido un tramo de carretera que nos ayuda a subir la pobre media de velocidad, llegamos a Sant Jaume de la Fontanya. Precioso pueblo de montaña, y creo recordar que el más pequeño de Cataluña, según comentó Pep. Un café en la fonda, una barrita energética y a seguir tirando.

Ahora empezamos una larga subida, primero por pista, que más tarde abandonaremos para continuar transitando por prados y senderos. Aquí nos encontramos con una de las subida más impresionantes de toda la ruta, lo intentamos si éxito, y la pendiente nos vence a todos. 

Seguiremos ascendiendo hasta el km 23, donde alcanzamos la cota de 1494m, para volver a bajar, esta vez por una pista sombría y embarrada, hasta el refugio de Ardericó. Sellamos la hoja de control, y seguimos sin detenernos, lo que al paisano que regente el refugio parece no gustarle.

Nuevamente subimos, ahora por un pista en buen estado que nos llevará a la cota más alta del recorrido. El hermoso paisaje ayuda a olvidar la dureza del recorrido, que nos castiga con pendientes del 30% en su tramo final, hasta llegar al punto más alto de la ruta a 1662m, situado en el hermoso prado de Catllaras. 

Un pequeño descanso y comenzamos a bajar, nos esperan 10 kms de descenso por pista rápida y pedregosa que nos da dos sustos, uno al compañero Manolo, con raspón incluido que no le impide marcar un ritmo durísimo en las subidas que nos encontraremos más adelante, y otra protagonizada por mi, que si no fuese por el moratón en la pierna tendría mucha gracia. Al acercarme a una puerta oscilante, compuesta por dos cables engomados, que impide que pase el ganado, pero que se mueve para permitir el tránsito de vehículos y personas, no sé cómo se me engancha la bici en uno de los cables, queda parada en seco, y salgo volando. No hay fotos, pero me debo marcar un superman de lo más estético, por suerte sin consecuencias, salvo un golpe en el tobillo izquierdo. Tras desenganchar mi bicicleta de la dichosa puerta, no con poco esfuerzo, sigo mi camino comentado la jugada con Roger, que ha presenciado mi vuelo rasante.

Tras la larga bajada, y esquivando alguna subida gracias a Pep, que conoce la zona, llegamos al Sant
Julià de la Cerdanyola. Refresco en un bar y de nuevo a subir, por pista cementada en los primeros kilómetros, y luego por una pista pedregosa, no tan dura como las ya ascendidas, pero que se empieza a atragantar por los kilómetros que ya han sufrido nuestras piernas. Cada uno con su ritmo, todos llegamos hasta el final de la siguiente subida, acompañados por una tímida lluvia que lleva todo el día amenazándonos. Ahora realizamos unos 6 kms alternando subidas y bajadas, pista y asfalto, hasta empezar un vertiginoso descenso por pista rápida y con suelo pedregosos. Todos se tiran a “toda leche”, devorando con ganas el último descenso del día (ni comento la lijada que me mete Domingo). Yo soy más conservador, con el talegazo que me pegué en la bajada anterior aún muy presente, y lo mismo le pasa a Manolo, que prefiere cuidar el físico, y no enriquecer a su dentista.

Durante la bajada tenemos unas vistas maravillosas de Pobla de Lillet, pueblo en el que alcanzamos la cota mínima de la ruta, al que llegamos por un sendero pedregosos que a nadie parece gustarle, y del que yo disfruto como un enano. Desde aquí comenzamos el último ascenso del día, no sin pasar antes por un sendero con fuerte pendientes y piedra suelta que nos obliga en empujar penosamente nuestras monturas, cuando ya llevamos 60 kms encima. Era necesario para evitar un largo tramo de carretera, pero se atraganta a estas alturas del recorrido. Tras abandonarlo y subir por una carretera comenzamos el ascenso por la pista que nos llevará al refugio de Erols, donde dormiremos esta noche. Intento ir con el grupo de cabeza, pero la pendiente, la pedregosa pista, y los kilómetros me van haciendo perder fuelle. Los metros se ganan con sudor, mucho sudor, y la chispa que mantenían mis piernas hasta ahora se ha esfumado. Alterno tramos en que pedaleo, con otros en los que me veo obligado a andar para evitar sobrecargarme demasiado. Poco a poco voy progresando, con más pena que gloria, pero al fin diviso el refugio de Erols, fin de la ruta de hoy.

Aquí concluye un día épico de puro MTB. Han sido 65,56 kms según el GPS (serán casi dos kilómetros reales más), 2315 metros de ascenso acumulado (para que os hagáis una idea, el circuito de la carrera de Cañete de esta año tiene 866), con pendientes máximas del 30%, sin a penas un tramo rodador, y con terreno predominantemente pedregoso. 

Una auténtica burrada que me ha tenido casi siete horas pedaleando, y que me ha dejado exáusto, y con una sonrisa de oreja a oreja. Sólo el gemelo derecho un poco cargado y el moratón del tobillo izquierdo aparecen en el parte de lesiones, así que todo pinta bien para el próximo día.

Cena y segunda noche, malas noticias.

Me entretengo un poco el aparcar la bici, y prepararme para la ducha, craso error, estamos en un refugio de montaña y el agua caliente es un bien escaso, cuando llego a las duchas me cae un chorro helado que me deja tiritando hasta la noche. Como algo, que no me cae del todo bien.
Subo a la habitación, este refugio está mucho mejor que el de la noche anterior, sobre todo teniendo en cuenta que está más aislado. El entorno es espectacular, y nos preparan la cena que necesitamos para afrontar el próximo día, pero a penas puedo comer nada, y al termina el banquete vomito. Creo que la ducha fría me ha hecho pupita, por la gloria de mi madre. Me acuesto preocupado, sin cenar no sé si voy a tener energía para afrontar la próxima etapa, ya que las reservas que tenía hoy las he quemado todas.
Duermo más o menos bien, aunque algún retortijón me despierta, y a la mañana siguiente me levanto y me encamina al comedor. No consigo comer nada, mis peores temores se confirman, no tengo energías con las que afrontar la etapa de hoy, así que opto por abandonar. Mis improvisados compañeros intentan animarme para que continúe, pero en mi estado sería un error. Decido volver por carretera el punto de inicio de la ruta. Después de despedirme de mis compañeros, deseándonos suerte, y con mucha envidia sana de mi parte, parto hacia el refugio de Merolla. Son 16 kms, la mayoría por carretera, que se me hacen eternos. Sufro la falta de “gasolina”, y llego a mi destino con la pájara rondándome a cada pedalada. Al menos este tramo me convence de que he hecho lo correcto al abandonar, no hubiera podido con la segunda etapa. Una vez allí cargo, y vuelvo en coche a Erols para recoger el equipaje y volver a casa, defraudado, pero con una buena experiencia de puro mountainbike a mis espaldas.

A tener en cuenta.

Por si alguien se quiere animar a hacer la ruta os daré algunos datos que pueden ser interesantes, aunque teniendo en cuenta que sólo realicé la primera etapa.

La ruta planteada en tres etapas es muy dura, mi intención era hacerlo en cuatro, pero me tuve que adaptar para que me llevaran el equipaje. La etapa que hice es sobre el papel, y según los organizadores, la más dura con diferencia. 65,56 kms con 2315 m de ascenso acumulado no es moco de pavo, pero mi forma no es ninguna maravilla y pude con ella. La segunda etapa también tiene mucha subida, pero es más tendida y tiene 20 kms menos, así que creo que con la preparación que llevaba yo se puede hacer en tres días. Eso si, olvidaros de hacer muchas fotos y disfrutar del paisaje, con sólo tres días hay que concentrarse en pedalear, y mucho. El tercer día el desnivel es claramente negativo, pero 30 kms de bajada exigen fuerza en los brazos, así que tampoco viene mal
hacer unas flexioncitas y algún ejercicio de brazos, que luego con la flojera vienen las caídas. Yo lo hice, pero al final me perdí el festival DH, !FUCK¡

La ruta está bien señalizada, la organización te da el track para GPS, y un Road book muy claro (en catalán), pero aún así la posibilidad de perderse existe, si no lo tienes claro debes recular antes de hacer kilómetros de más.

La empresa que gestiona la ruta te tramita las reservas en los alojamientos, te da todo lo que necesitas para seguir el trayecto, y te ofrece la posibilidad de llevarte el equipaje. Este servicio es imprescindible, ya que esta ruta con alforjas es sencillamente imposible.

Los alojamientos oficiales son refugios de montaña, para lo bueno y para lo malo. Están en enclaves
maravillosos, pero los servicios son limitados. Hay diferencias de calidad entre ellos, pero son suficientes. Debéis tener en cuenta que se duerme en habitaciones compartidas, así que os puede tocar dormir con quince tíos sudorientos y roncantes, o con un elenco de actrices porno (lo segundo no pasa nunca).

Si la hacéis en esta época del año, y con el tiempo tan cambiante que hemos tenido, hay que llevar ropa para todas las situaciones. Perneras, manguitos, y chubasqueros ligeros tipo Gore Tex, te harán todo más fácil. La diferencia de temperatura entre las primeras horas del día y las centrales es importante. Además hay bajadas largas y rápidas en las que conviene abrigarse, y subidas duras en las que te sobra todo.

También debéis tener en cuenta que toda la información de la ruta os la van a dar en catalán, desde la hoja de reserva al road book. Para el papeleo administrativo no supone un gran problema, pero no mi hubiera gustado, y yo me guié con el GPS, pero no me hubiera gustado seguir la ruta con un road book en catalán. En general se entiende todo, pero hay léxico que no tiene nada que ver con el castellano, y cuando de su comprensión depende el perderte donde cristo perdió la alpargata, no da mucha confianza.

Conclusiones

Ya para concluir sólo deciros que es una ruta muy bonita, para bikers de un cierto nivel, aunque no hace falta estar demasiado fuerte, que tengan un poco de experiencia en guiarse por montaña, ya sea con GPS o road book, y que tengan ganas de probarse en condiciones muy duras. Técnicamente la ruta no plantea demasiados problemas, pero seguro que te vas a cansar.

Os dejo el enlace de la ruta, y para concluír.

Agradecimiento

Muchas gracias a esos compañeros, que me dejaron rodar con ellos como si fuese de la grupeta, y me hicieron sentir como en casa. Un abrazo y espero que nos volvamos a ver por los caminos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario