XXI MARCHA MTB VALDEMORILLO 2012

Este fin de semana he sido un chico malo y os he dejado marchar solos por los inhóspitos montes de la serranía conquense. ¿Por qué?, pues porque el pasado domingo 29 de enero se celebró la vigesimoprimera edición de la marcha de Valdemorillo, clásica entre las clásicas del ciclismo de montaña nacional.

Históricamente ha sido la carrera que inauguraba el open de España, posteriormente el calendario madrileño, y desde hace siete años ha pasado a ser una marcha popular no competitiva.
Fuera de los alicientes para los nostálgicos, el entorno en que se desarrolla dicha marcha es ideal, con un recorrido de 35 kms que se puede ampliar en 13 kms más para los que se encuentren con fuerzas. El circuito es "disfrutón", con poca pista, predominio de caminos poco técnicos, pero con algún aliciente, subidas no demasiado exigente (sólo las del kms 2 y 36), y sendas pedregosas pero sin peligro ni dificultad técnica.

En una marcha con tanta solera como esta te encuentras con una grupeta de lo más  variopinto.Mucha "bicicletón" (no siempre acorde con el nivel de su propietario), principiantes con cara de ilusión ante su primera marcha, chicas (no las suficientes, nunca hay suficientes), alguno con pinta de estar más perdido allí que yo en un seminario, pero todos con ganas de pasarlo bien.

Perfil ruta completa

Si bien la ruta no era dura, las primera subida ya dejó algunos cadáveres, y demostró que no todo el mundo tiene criterio en medir su nivel físico. El resto del tramo corto transitó por caminos muy entretenidos, pero sin peligro ni grandes retos técnicos que casi todos los bikers disfrutaron, encontrándonos con un primer avituallamiento en el km 18 compuesto de fruta, bebida isotónica, agua y galletitas, correcto.
En el km 33, justo en el segundo avituallamiento, los menos preparados vuelven a la salida, quedando 13kms para los bikers más aguerridos. Yo que soy duro como el papel higiénico del DIA% escojo la opción larga. Con muy buen criterio aquí nos encontramos con los dos puntos más exigentes del recorrido. En primer lugar una bajada con abundante piedra suelta, y después una dura subida de unos dos kilómetros, que se podrían haber atragantado a los menos experimentados.
Tras tres horas y siete minutos llegamos a meta, contentos, habiendo disfrutado de un recorrido fantástico, y con la sensación de haber participado en una marcha que forma parte de la historia del mtb. Una marcha muy recomendable por el entorno, el ambiente, y lo que representa.